¿En qué fijarse a la hora de comprar un coche eléctrico de segunda mano?

A pesar de que muchos particulares son reticentes a ello, el uso de los coches eléctricos se va asentando en el mercado. Dentro de las “desventajas” de este tipo de automóviles la gente esgrime dos principales motivos: el precio y la autonomía. Por suerte, los fabricantes cada vez sacan al mercado modelos con baterías más potentes y gracias a las ayudas existentes, su compra es más económica. De hecho los concesionarios de vehículos de ocasión cada vez tienen más unidades de estas características, ya que el mercado de coches eléctricos de segunda mano está empezando a despegar. Eso sí, si estamos pensando en afrontar esta compra, debemos fijarnos en algunos aspectos que con un automóvil de combustible no lo haríamos.

A la hora de comprar un vehículo usado hay aspectos que tenemos que analizar para conseguir un vehículo que cubra nuestras necesidades. Kilómetros, estado del motor, carrocería etc., son sólo algunos de los factores a supervisar en la compra de cualquier coche de segunda mano. Si nos centramos en uno eléctrico, además de estos aspectos, también debemos prestar atención a otros, algunos de ellos de vital importancia.

Por lo demás, si hemos decidido comprar un coche eléctrico de segunda mano hay que decir que los trámites son exactamente los mismos que en un utilitario normal. A ojos de la Administración no hay ninguna diferencia entre estos modelos.

Consejos para comprar un coche eléctrico usado

Revisar el estado de la batería

Cuando vamos a adquirir un eléctrico usado es fundamental comprobar el estado de la batería. Al igual que en cualquier dispositivo, el paso del tiempo hace que se vayan degradando. Por normal general, los fabricantes suelen garantizar entre un 75-80% de su capacidad durante un mínimo de 8 años.

Lo más aconsejable es comprar un vehículo que no haya pasado el plazo de garantía y si lo ha hecho, preguntar si se ha procedido a su sustitución etc.

Comprobar la autonomía real

Otro aspecto muy importante es analizar la autonomía real. Al igual que el consumo en los coches diésel o gasolina, los fabricantes suelen ser optimistas en este hecho. Además estamos comprando un automóvil usado, así que las baterías no son nuevas.

Lo más conveniente es hacer una prueba cargarlo al máximo y realizar un recorrido. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo hacer un prueba por carretera o en ciudad, así como tener encendido la calefacción o el aire acondicionado. Cualquier aspecto se refleja en la capacidad de la batería. Una vez hecho este camino apuntar el número de kilómetros hecho y la batería consumida, de esta forma podremos calcularla al 100%.

Verifica la velocidad de la recarga

Al igual que con la autonomía, las principales marcas hacen una valoración estimada de los tiempos de recarga. Para comprobar este hecho, lo más sencillo es hacer una carga completa tanto en cargadores rápidos como domésticos. Por último asegúrate de que los cables estén incluidos y que funcionan.

¿Merece la pena comprar un coche eléctrico de segunda mano?

Esta pregunta se la hacen muchos particulares cuando están pensado en pasarse a este tipo de automóviles. Para comprar un coche eléctrico de segunda mano lo primero que hay que pensar es el uso que le vamos a dar. Si vamos usarlo para ir a trabajar o en trayectos cortos, el ahorro será significativo y sería una buena opción. Si es simplemente para ir de vacaciones o para trayectos largos, igual es mejor optar por uno híbrido. Se deben analizar todas estas circunstancias y optar por lo más indicado. En un concesionario de vehículos de ocasión no dudarán en asesorarnos y en resolver nuestras dudas para elegir el modelo más idóneo.